31 créditos fiscales y deducciones que podrían ahorrarte miles

Si bien algunos de los mejores créditos y deducciones requerían que los contribuyentes tomaran medidas antes del 31 de diciembre, hay otros que pueden utilizarse hasta la fecha límite de declaración en abril, la cual se extendió hasta el 15 de julio este año por la crisis del COVID-19. (La fecha límite de presentación de ciertos planes de ahorro también se extendieron). Sin embargo, siempre que sea posible, busca créditos en lugar de deducciones: cada dólar en créditos fiscales es un dólar menos en los impuestos pagados, mientras que las deducciones que reducen los impuestos gravables sobre la renta en solo 10 a 39,6 centavos por cada dólar deducido, dependiendo del rango impositivo. Con la ayuda de Melinda Kibler, una planificadora financiera certificada y agente inscrita en Palisades Hudson Financial Group en Fort Lauderdale, Florida, encontramos una gran cantidad de deducciones y créditos del 2019 para elegir.

La aprobación de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos en 2017 casi duplicó la deducción estándar en 2018, y pasó de $9.350 para aquellos que se presentaron como cabeza de familia a $18.000. Será aumentada otra vez para el 2019 a $18,350. Pero también eliminó una serie de créditos y deducciones útiles, incluida la exención personal, que fue de $4.050 en 2017.

Esa deducción estándar más alta hace que sea difícil juntar suficientes deducciones benéficas para que valga la pena detallarlas. Pero si haces grandes contribuciones, el límite para las deducciones ha saltado del 50 por ciento del ingreso bruto ajustado al 60 por ciento. Si bien es demasiado tarde para hacer donaciones caritativas en el 2019, Kibler sugiere rastrear los recibos de las donaciones realizadas durante todo el año, especialmente de efectivo o bienes. Los donativos a organizaciones sin fines de lucro elegibles, organizaciones religiosas y organizaciones gubernamentales (como una escuela o biblioteca pública) son deducibles. "Si dejaste una bolsa de ropa en una organización benéfica local o dejaste $5 en la caja registradora de tu tienda de comestibles, asegúrate de realizar un seguimiento de estas contribuciones para que obtengas el mayor beneficio fiscal posible", dice Kibler.

Si bien las deducciones de matrícula y cuotas se han agotado, el Crédito fiscal de oportunidades estadounidenses sigue siendo una opción para los estudiantes elegibles — no para estudiantes de posgrado o estudiantes universitarios a largo plazo; está disponible solo durante los primeros cuatro años de la universidad — con al menos un estatus de medio tiempo en una escuela acreditada. Cubre todos los primeros $2.000 en gastos y el 25 por ciento de los siguientes $2.000 (para un total de $2.500). Las escuelas enviarán a los estudiantes un formulario 1098-T que muestra la cantidad pagada el año pasado en matrícula y cuotas, pero incluso los gastos que incluyen libros, suministros y equipos, como computadoras, pueden compensarse. Si el formulario 1098-T no supera al máximo del crédito permitido, guarda esos recibos de suministros.

Este es el crédito fiscal para el estudiante más adulto. Cualquiera que tome clases en una institución educativa elegible para adquirir o mejorar sus habilidades laborales es elegible, incluso los estudiantes que toman solo una clase después de cuatro años de estudios de carrera. Hay límites: a los estudiantes se les acredita solo el 20 por ciento de los $10.000 en gastos ($2.000 es el máximo), aunque se puede aplicar a la matrícula, aranceles, libros, suministros y equipo. Las personas con un ingreso bruto ajustado de entre $58.000 y $68.000 (o entre $116.000 pero menos de $136.000 para los casados que presentan una declaración conjunta) recibirán una cantidad reducida. Si supera esos límites, no puedes reclamar el crédito en absoluto.

Los estudiantes todavía pueden deducir hasta $2.500 para intereses pagados sobre préstamos estudiantiles — pero menos si el ingreso bruto mediano ajustado excede los $70.000 ($140.000 para declaraciones conjuntas) y nada si es de $85.000 o más ($170.000 o más para declaraciones conjuntas).

Aquellos que aprovecharon el crédito tributario por hijos en 2017 podrían reclamar un crédito de $1.000 en su declaración de impuestos por cada niño menor de 17 años que calificó. En 2018, esa deducción se duplica a $2.000 por hijo calificado, y es igual para el 2019. El crédito tampoco era reembolsable en años anteriores, pero ahora puede reembolsarse al 15 por ciento de los ingresos devengados por encima de $2.500, o hasta $1.400. Para que los hijos califiquen, deben haber tenido 16 años o menos en el último día de 2019, estar relacionados contigo, ser reclamados como dependientes, ser un ciudadano o residente documentado de los EE. UU., haber vivido contigo durante la mitad del año fiscal (aunque las ausencias relacionadas con la escuela, vacaciones, servicio militar y atención médica están exentas) y no deben proporcionar más de la mitad de su propio aporte. El nuevo crédito tributario por hijos elimina gradualmente a los contribuyentes casados que presentan una declaración conjunta con un ingreso de $400.000 (o $200.000 para todos los demás contribuyentes).

Si un niño no califica para el crédito tributario por hijos porque tiene más de 17 años, aún puede ser elegible para un crédito de $500 según las nuevas leyes fiscales. El crédito también se aplica a los dependientes que son ancianos o discapacitados.

El crédito tributario por ingreso del trabajo es para los contribuyentes de ingresos bajos y moderados con "ingresos del trabajo", como sueldos, salarios o pago por cuenta propia (pero no el Seguro Social, el desempleo o el ingreso de inversiones). Los límites son estrictos, desde $15.570 para una persona soltera sin hijos hasta $55.952 para una pareja casada con tres hijos o más. El precio del crédito tiene un valor de $529 a $6.557 según el estado de presentación y el número de dependientes, pero requiere que los beneficiarios tengan menos de $3.600 en ingresos de inversión para el año.

Si tú o tu familia tienen seguro de salud de un mercado administrado por el gobierno creado a través de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, pueden ser elegibles para este crédito. Los ingresos se limitan a hasta $49.960 para individuos y hasta $103.300 para una familia de cuatro, pero el crédito es generalmente igual al costo del segundo plan de plata más bajo. Los contribuyentes pueden obtener este crédito por adelantado para compensar las facturas de las primas mensuales, pero si reclamas demasiado, debe pagarse al momento de la presentación. Aquellos que obtienen muy poco pueden reclamar el resto al enviar las declaraciones.

No es mucho, pero el crédito de ahorradores rembolsa a las personas de ingresos bajos y moderados que contribuyen a una cuenta de jubilación calificada. Los contribuyentes pueden obtener un crédito del 10%, 20% o 50% de los primeros $2.000 aportados, según los ingresos y el tamaño de la familia. Para obtener el mínimo del 10 por ciento, el ingreso máximo permitido es de $32.500 para las personas que presentan una sola solicitud, $48.750 para el/la jefe/jefa de familia y $65.000 para las personas que presentan declaraciones conjuntas. Además, a partir del año pasado, si eres el beneficiario designado, puedes ser elegible para recibir un crédito por las contribuciones a tu cuenta de Achieving a Better Life Experience para personas con discapacidades.

Si compraste una casa y tenías la hipoteca vigente antes del 15 de diciembre del 2017, todavía eres elegible para deducir intereses de hasta $1 millón en deuda hipotecaria. Sin embargo, si firmaste en esa fecha o más tarde, tu límite se reduce a $750.000.

Los contribuyentes que obtienen un Certificado de Crédito Hipotecario Calificado con un valor de hasta $7.500 de un gobierno local o estatal pueden reclamar el Crédito de Interés Hipotecario. La vivienda debe ser la residencia principal del contribuyente, y los pagos de intereses no pueden ir a un pariente del contribuyente. El crédito tiene un valor de hasta $2.000 y las porciones no utilizadas pueden ser transferidas al año siguiente.

Los contribuyentes de 65 años o mayores — o más jóvenes pero jubilados o con discapacidad permanente y total — pueden ser elegibles para un crédito. El ingreso sujeto a impuestos debe ser inferior a $17.500 (o $20.000 si es casado y presenta una declaración conjunta) y los beneficios de la Seguridad Social, pensión o incapacidad no sujetos a impuestos deben ser inferiores a $5.000. Si ambos cónyuges califican y declaran conjuntamente, los límites de ingresos son $25.000 para ingresos sujetos a impuestos y $7.500 para beneficios no sujetos a impuestos. El crédito en sí oscila entre $3.750 y $7.000.

Ya sea a través de un empleador o un plan privado, un Acuerdo de Jubilación Individual (Individual Retirement Arrangement, o IRA) tradicional financiado con dinero antes de impuestos — a diferencia de una cuenta Roth IRA después de impuestos — es deducible hasta cierto límite. Incluso si una cuenta se abre y es financiada en 2020, cualquier contribución realizada antes de la fecha límite de presentación de impuestos se puede acreditar en el año anterior. Para 2019, la contribución máxima es de $6.000 (o $7.000 para las personas de 50 años o mayores). También existen limitaciones de deducción según los ingresos del contribuyente y el acceso a una cuenta de jubilación patrocinada por el empleador.

Puedes obtener una deducción mayor por gastos médicos en 2019 sin hacer absolutamente nada. Hasta hace poco, los contribuyentes de 65 años o mayores podían deducir los gastos médicos totales que excedían el 7,5 por ciento de su ingreso bruto ajustado. Incluso las parejas casadas que incluían a una persona de 65 años o mayor eran elegibles, pero los contribuyentes más jóvenes y solteros podían deducir solo los gastos médicos que excedían el 10 por ciento de su IBA. Para 2017, ese limite estaba programado para saltar al 10 por ciento del IBA para todos, incluidos los mayores de 65 años; la reciente reforma fiscal estableció el limite para todos en el 7,5 por ciento del ingreso bruto y lo hizo retroactivo al 2017. Se mantiene en su lugar para el 2019.

Un amigo de larga data para propietarios de pequeñas empresas y trabajadores independientes, las Pensiones IRA Simplificadas para Empleados (SEP-IRAs) ofrecen límites de contribución más altos que una IRA tradicional. En el 2020, como su propio empleador, los dueños de negocios y autónomos pueden aportar hasta el 25 por ciento de sus ingresos anuales o $57.000, lo que sea menor. Al igual que con una cuenta IRA tradicional, las contribuciones realizadas antes de la fecha límite de presentación de impuestos (sin una extensión) se pueden aplicar al año anterior.

Desafortunadamente, los contribuyentes no pueden configurar uno de estos antes de la fecha límite de impuestos y ahorrar algo de dinero. El 401 (k) de un solo participante, o el 401 (k) solo o del empleado por cuenta propia, requiere que solicites un Número de Identificación de Empleador federal y configures la cuenta para el 31 de diciembre. Pero una vez que se establece un 401 (k) solo, los contribuyentes pueden hacer contribuciones hasta la fecha de presentación de impuestos en abril (o mediados de octubre, con una extensión). Las contribuciones totales no pueden superar los $57.000, pero eso es casi cuatro veces la contribución máxima de los empleados a un 401 (k) estándar de $19.500.

Si compraste muebles de oficina, servidores informáticos, grúas, cargadores frontales, ganado, camiones o taxis nuevos para una empresa el año pasado, es posible que puedas deducir más de ellos de lo que pensabas. Incluso si construiste torres de perforación de petróleo, almacenes, oficinas o plantas de servicios públicos después del 26 de septiembre del 2017, la depreciación adicional que podrías reclamar en el primer año de ser propietario de esos activos aumentó del 50 por ciento justo un día antes al 100 por ciento de los "gastos" desde el 27 de septiembre en adelante. La reciente reforma impositiva también extendió la depreciación de la bonificación de los artículos comprados o construidos nuevos para activos nuevos y usados. Ese "gasto" se aplica a producciones (películas calificadas, televisión y/o representaciones teatrales) e incluso a ciertas frutas o frutos secos. La ley también aumentó la deducción máxima de $500.000 a $1 millón, con un limite de eliminación gradual de $2 millones a $2,5 millones.

Para el 2019, las personas que trabajan por cuenta propia pueden deducir 58 centavos por milla manejada con fines comerciales. Dicho esto, se requieren registros detallados de millaje. Anotar las millas recorridas (las lecturas del odómetro al principio y al final del viaje son útiles), la fecha, el objetivo comercial del viaje y el destino deben ser adecuados. Los contribuyentes también pueden tomar una deducción de 20 centavos por milla por millas elegibles para fines médicos o ciertos fines de mudanza en 2019, en comparación con los 18 centavos en 2018. La tasa estándar de millaje para actividades benéficas se mantiene sin cambios en 14 centavos.

Esta es complicada, ya que simplemente trabajar en el sofá o en la mesa de la cocina no implica una deducción. Una oficina doméstica debe ser un espacio dedicado para trabajar y reunirse con clientes y consumidores. Además, los servicios públicos relacionados con la oficina, incluidos el teléfono, internet e incluso la calefacción y la electricidad, deben analizarse por separado. Puedes intentar determinar qué parte de los gastos, impuestos, seguros y depreciación de una vivienda se dedica a una oficina en el hogar; una versión simplificada multiplica los pies cuadrados de la habitación por $5 (si el tamaño total es de 300 pies cuadrados o más pequeño). Dicho esto, solo puedes obtener esta deducción si trabajas por cuenta propia: se eliminó para los empleados en 2018.

Bajo las reformas impositivas, las deducciones para los impuestos estatales y locales (impuesto a la propiedad e impuesto a las ventas o ingresos) están limitadas a $10.000 desde 2018 hasta 2025. Si el total de tus impuestos estatales y locales y los impuestos a la propiedad suele superar los $10.000, no hay forma de aumentar la deducción.

Es posible que puedas tomar un crédito fiscal de hasta $14.080 por gastos calificados pagados para adoptar un niño en 2019. Esos gastos incluyen los honorarios de adopción, los costos judiciales, los honorarios de abogados, los gastos de viaje (incluidas las cantidades gastadas en comidas y alojamiento) y los gastos de readopción para un niño extranjero. Esos créditos se aplican a las adopciones de cualquier persona menor de 18 años o física o mentalmente incapaz de cuidarse por sí mismos. Si tu ingreso bruto ajustado modificado (IBAM) es mayor a $211.160, el crédito se reduce; aquellos con IBAM de $251.160 o más no pueden tomar el crédito.

A pesar de los temores de que se eliminara, este crédito aún ofrece a los compradores de vehículos híbridos eléctricos o enchufables hasta $7.500 por la compra. Si bien este crédito no va a durar para siempre, sigue siendo una herramienta formidable para aumentar las ventas de estos vehículos de bajo consumo de combustible a pesar de los bajos precios de la gasolina y la necesidad del mercado por los SUV menos eficientes.

La mayoría de las personas que venden una casa saben que, si han vendido con una ganancia, pueden excluir hasta $250.000 si se es soltero o $500.000 si se es casado presentando una declaración conjunta. Hecho, en realidad tuviste que vivir en ese hogar durante dos de los últimos cinco años (el personal militar, de servicio extranjero y de inteligencia está exento). Lo que la mayoría de los propietarios no toman en cuenta es que la ganancia no solo se gana en el precio de venta de la casa, sino a las mejoras realizadas, las comisiones de ventas de los agentes inmobiliarios, los costos de cierre, las tarifas de registro y las tarifas de la medida. Kibler sugiere mantener registros claros de todo esto en caso de una auditoría y para mantener una gran parte de la ganancia libre de impuestos.

Si pagaste o acumulaste impuestos sobre la renta en un país extranjero o posesión de los EE. UU. en 2019, puedes utilizarlo como crédito contra el impuesto sobre la renta de los EE. UU. Si ya excluyes ingresos ganados en el extranjero, costos de vivienda en el extranjero, posesiones en el extranjero o ingresos de Puerto Rico exentos del impuesto de los Estados Unidos, no eres elegible. Además, tu crédito fiscal extranjero no puede ser más que tu obligación tributaria en EE. UU. multiplicada por una fracción compuesta por ingresos sujetos a impuestos de fuera de los Estados Unidos y el total de fuentes imponibles.

Si vives en un país extranjero durante al menos 330 días completos del año, puedes recibir hasta $105.900 de tus salarios, sueldos, honorarios profesionales y otras cantidades que obtengas como empleado excluido de los ingresos sujetos a impuestos federales. También puedes excluir los montos que tu empleador paga por renta, el alquiler de muebles, el estacionamiento u otros artículos.

El IRS permitirá que los contribuyentes realicen contribuciones libres de impuestos y retiros de las Cuentas de Ahorros de Salud (HSA) siempre y cuando se destinen a gastos médicos que califiquen. Los planes de salud con deducibles altos — con primas que oscilan entre $1.350 y $6.650 para solteros y $2.700 y $13.300 para familias — permiten a los contribuyentes contribuir con hasta $3.550 para contribuyentes solteros o $7.000 para familias a la HSA sin ninguna implicación fiscal.

El Crédito fiscal a la propiedad de energía no comercial cubre materiales que cumplen con los estándares de eficiencia del Departamento de Energía. Esto incluye aislamiento para viviendas, puertas exteriores, ventanas y tragaluces exteriores, algunos materiales para techos, bombas de calor eléctricas, varios calentadores de agua, aire acondicionado central, estufas de biomass, hornos, calderas y ventiladores de circulación avanzada. Puedes reclamar el 10 por ciento de las mejoras menores o el 100 por ciento de las grandes, pero solo obtendrás un crédito máximo de $500 por todos los años de mejoras combinadas. También establece límites de crédito para ventanas ($200), calderas ($150), ventiladores ($50) y trabajos más grandes ($300).

Si estás pensando en usar energía solar, instalar un pequeño molino de viento, analizar la posibilidad de usar el calor geotérmico o experimentar con celdas de combustible, existe un incentivo fiscal para hacerlo. Puedes obtener un reembolso del 30 por ciento en cualquiera de los puntos anteriores, pero actúa rápidamente. Si no lo instalaste para fines de 2019, el reembolso se reducirá en todos los años hasta el 2021.

En años anteriores, un contribuyente podría obtener una deducción por cualquier percance que haya ocurrido en su hogar. Pero a partir del 2018, el daño debe haber ocurrido durante un desastre declarado por el gobierno federal para que un contribuyente obtenga esa misma deducción. Esta deducción puede ser rembolsada en su totalidad en el 2025, pero por ahora está limitada a áreas de desastre.

Los trabajadores por cuenta propia, incluidos aquellos con ingresos independientes, pueden deducir los gastos educativos para talleres, seminarios web, libros u otro material que mantenga o mejore las habilidades. Si bien los gastos educativos para cumplir con los requisitos mínimos de un oficio o negocio — o relacionados con obtener una nueva línea de trabajo — no califican, los cursos de actualización, los cursos sobre desarrollos actuales y los cursos académicos o vocacionales calificarían. La deducción es el monto por el cual los gastos calificados relacionados con el trabajo superan el 2 por ciento del ingreso bruto ajustado.