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REGLAS DEL CAMINO

Así que, tu hijo que ya no es un niño, aprobó la gran prueba de manejo y ahora (ahhh!) tiene una licencia oficial para conducir. Aún mejor, de alguna manera tienes la posibilidad en tu presupuesto para convertirte en un súper padre y darle a tu nuevo conductor un nuevo juguete sobre ruedas. Bueno, tienes que tener un plan. Comprar un auto es lo suficientemente abrumador cuando tú eres el que va a conducirlo. Sin embargo, cuando se compra un automóvil para un adolescente cuyo entusiasmo se ve igualado por su inexperiencia, las cosas se complican aún más. Será mucho más fácil si evitas estos errores comunes.

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NO MANEJAR LAS ESPECTATIVAS INMEDIATAMENTE

Primero lo primero. Los padres deben manejar las expectativas al dar la noticia de que están considerando ayudar a su hijo adolescente a conseguir un automóvil, dejándoles saber que todo está condicionado. Antes de hacer cualquier otra cosa, deja en claro que, según tú, como padre y ante los ojos de las autoridades, conducir es un privilegio y no un derecho. Ahora es el momento de explicar que el dinero no es ilimitado y que los autos son costosos, tanto para comprarlos como para mantenerlos y que el auto se les puede quitar tan fácil como se les da.

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NO TENER 'LA CONVERSACIÓN'

Entregarle las llaves del auto a un adolescente no es exactamente lo mismo que entregarle una arma cargada bpero ciertamente es un momento para hablar sobre los riesgos y peligros inherentes involucrados. No cometas el error de suponer que tu hijo adolescente sabe que uno de cada tres adolescentes de entre 13 y 19 años muere en un automóvil. No supongas que ellos saben que los estudiantes de 16 años chocan más que los conductores de cualquier otro grupo de edad y no asumas que saben que el 20 por ciento de los adolescentes tienen un accidente dentro de su primer año detrás del volante. Los adolescentes no deberían estar aterrados por manejar, pero deberían tener un temor saludable de los riesgos reales que conlleva el privilegio. Cuando se trata de seguridad, enfatiza los tres grandes no negociables, el primero siempre lo deben de tener presente y los otros dos son algo que nunca deben de hacer: cinturones de seguridad, teléfonos celulares y bebida.

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DEJAR QUE TU ADOLESCENTE DIRIJA EL PROCESO DE COMPRA

Este es un gran momento para tu hijo y para ti como padre, y es natural que quieras sacarla del parque dándole lo mejor. Pero no intentes ser una estrella de rock dándole lo que ellos creen que quieren. Las posibilidades de que quieran un auto que tenga la combinación de llamativo, grande y rápido son altas. Aquí es donde manejas las expectativas por segunda vez, al dejar en claro que tus criterios van a ser seguridad, practicidad y economía.

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COMPRANDO UN SUV O UN CAMIÓN GRANDE

Para muchos adolescentes, mientras más grande mejor. Pero según Consumer Reports, vehículos como SUV y pickups grandes no son buenos vehículos de inicio para conductores jóvenes e inexpertos. Son más difíciles de manejar, más difíciles de detener y tienen espacio para más pasajeros. Los estudios demuestran que la probabilidad de un accidente aumenta con la incorporación de cada pasajero adicional.

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COMPRANDO UN AUTO DEPORTIVO

Al igual que los camiones grandes y SUV, es probable que el adolescente quiera, pero probablemente esté mejor sin un automóvil deportivo. Según Consumer Reports, los autos deportivos tienen mayores tasas de accidentes, aumentan las probabilidades de que el conductor acelere y son más caros de asegurar.

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PONIENDO LA SEGURIDAD EN SEGUNDO LUGAR (O EN CUALQUIER LUGAR MENOS EN EL PRIMERO)

Por supuesto, estas limitado por tu presupuesto, pero dentro de ese presupuesto, debes elegir el automóvil más seguro posible. Busca un auto que sea grande y pesado. Las estadísticas muestran que los adolescentes tienen menos probabilidades de chocar autos más grandes y que a ellos y sus pasajeros les va mejor cuando tienen un accidente. Los sedanes medianos tienden a ser más seguros gracias en gran parte a sus bajos centros de gravedad. Los autos más grandes con motores más pequeños son los mejores. Si tienes la opción de elegir entre cuatro y seis cilindros, elige el de cuatro. Antes de comprar, pasa la marca y el modelo que estás considerando a través de la herramienta de calificación de seguridad de la Administración Nacional de Seguridad Vial.

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COMPRANDO UN AUTO ANTERIOR AL 2012

Si estás comprando un auto nuevo para un adolescente, existe la posibilidad de que compres uno usado — los autos usados usualmente son más económicos. Sin embargo, es casi seguro que un automóvil demasiado viejo requiera reparaciones con tanta frecuencia que los costos de mantenimiento anulen cualquier ahorro inicial. Más importante aún, cuando compres un automóvil construido durante o después de 2012, estás agregando una capa adicional de seguridad. Algo importante pasó en el 2012. Ese es el año en que el gobierno ordenó que todos los automóviles vengan con un patrón de control electrónico de estabilidad (ESC), que es una tecnología computarizada que detecta la pérdida de tracción y reduce automáticamente el derrape.

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CONSIDERANDO UN AUTO CON MENOS DE SEIS BOLSAS DE AIRE

Cualquier auto que estés considerando debería de tener al menos seis bolsas de aire, que incluye bolsas en impactos laterales y bolsas laterales tipo cortina. Las bolsas de aire de impacto lateral protegen tu cuerpo mientras que las bolsas de aire de cortina lateral protegen tu cabeza. Generalmente, mientas más bolsas de aire mejor.

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NO HACER UN CHEQUEO DE ANTECEDENTES

Antes de apretar el gatillo, debes obtener un reporte del historial del vehículo (VHR). Un VHR es un informe detallado que corresponde al número de VIN exacto de auto. El informe te proporciona información crítica, como cuántos propietarios ha tenido el automóvil, sus registros de mantenimiento, cualquier accidente en el que haya estado involucrado, despliegues de bolsas de aire, daños por inundaciones, gravámenes, información de títulos y más. Es posible obtener un cheque VIN gratis o pagar por un informe más completo. En este caso, casi siempre vale la pena hacer el gasto comprando el informe de una empresa como Carfax.

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NO TRAER A TU ADOLESCENTE PARA LA PRUEBA DE MANEJO

Al igual que cualquier comprador de automóvil, querrás que tome una prueba de manejo, pero el hecho de que tu hijo adolescente no sepa nada de autos no significa que él o ella no deban venir para el viaje inicial. De hecho, el futuro piloto debería estar allí para la prueba, para que ambos puedan tener una idea de cómo se maneja el automóvil, cómo se desplaza, la rigidez de la dirección y la rapidez con que los frenos llevan el automóvil una parada a cualquier velocidad.

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NO TENER PRESUPUESTO PARA EL SEGURO

Debido a su inexperiencia, el aumento de las tasas de accidentes y la propensión a mostrar un juicio poco maduro, los adolescentes son caros de asegurar. Comprar el auto adecuado es parte de la clave para obtener una buena tarifa. Pero es fundamental que llames a tu compañía de seguros antes de comprar, y que les hagas saber que tienes un nuevo conductor en la casa y analiza tus opciones primero. Involucra a tu adolescente en el proceso — esta puede ser una gran oportunidad para educarlos sobre las realidades de los costos indirectos de la propiedad de automóviles al tiempo que fomenta un sentido de responsabilidad.

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NO MONITOREAR SU MANEJO

En generaciones anteriores, los padres tenían que enseñar a sus hijos todo lo que podían, entregarles las llaves, verlos alejarse y esperar lo mejor. Los padres en la actualidad tienen el lujo de poder prevenir de forma proactiva la tragedia con aplicaciones como MOTOSafety y MobiCoPilot. Estas simples aplicaciones les permiten a los padres monitorear a sus adolescentes mientras están manejando, ver a donde van, chequear su velocidad, las paradas bruscas e incluso obtener tarjetas de informe del conductor.

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PAGANDO POR TODO EL AUTO

Es probable que tu adolescente no pueda pagar un automóvil. Pero las posibilidades de pueda pagar algo son igualmente buenas. Ya sea que se trate de dinero acumulado para el cumpleaños o dinero de un trabajo de verano, al pedirle a tu nuevo conductor que contribuya con los costos anticipados o continuos (parte del seguro mensual, por ejemplo), inculcará un sentido de propiedad y reducirá la probabilidad de comportamiento temerario.