1. BAJA EL CALOR UN POCO
El clima frío de invierno es un sinónimo de suéteres acogedores, chocolate caliente – y de las facturas de energía elevadas. No es ninguna sorpresa que tener encendida la calefacción con la temperatura alta hará que su factura de energía se dispare, sobre todo en comparación con los meses de verano, cuando se puede abrir una ventana o usar un ventilador para refrescarse. Pero no tienes que ir a la quiebra para mantenerse en calor. Aquí tienes 10 consejos para ayudarte a que tu consumo de energía sea más eficiente y tus cuentas sean más asequibles.
Cada grado que le bajes a tu termostato por un período de al menos ocho horas – por ejemplo, cuando está dormido o en el trabajo - puede hacer que su factura de energía sea 1 por ciento más barata, estima The Energy Department, o el Departamento de Energía, en español . Esto no significa que tengas que congelarte durante la noche. Trata de colocarte unas pijamas más acogedoras y calientes o acurrucarte bajo una extra sábana.