Esta gran caja de espejo no es solo un buen lugar para verificar si algo está en tus dientes, también es un baño, donde los que están adentro tomando un descanso pueden ver a los observadores de afuera admirando sus propios reflejos en el vidrio unidireccional. Diseñado por la artista Monica Bonvicini y llamado "Don't Miss a Sec", el cubo puede ser más incómodo para los que están dentro que fuera. Es difícil comprender que las personas que miran desde el otro lado no puedan ver. El llamativo retrete se instaló por primera vez fuera del museo Tate Britain de Londres en 2004, y desde entonces el proyecto ha sido transportado a varios lugares de todo el mundo, incluida Bondi Beach de Australia, por la Fundación Unilever y UNICEF para crear conciencia sobre el problema que millones de las personas carecen de acceso a baños y saneamiento adecuado.