MÁS ALLÁ DEL CAMBIO DE ACEITE
Los automóviles son una de las mayores compras que hacen los consumidores, junto con las casas y la educación universitaria. Pero a diferencia de los bienes raíces o una licenciatura un automóvil no es una inversión. A menos que la compra implique un carro de colección con la esperanza de la apreciación del precio, un vehículo es un gasto – y uno que nunca termina. Se necesita más que combustible para manejar un automóvil en el largo plazo. El mantenimiento y las reparaciones de rutina son necesarios para mantener un vehículo operando de manera segura y eficiente y para preservar su valor de reventa. Con eso en mente, estos son algunos consejos sobre cómo mantener tu automóvil en buen estado de funcionamiento con un mínimo gasto.